Con más de 700 muertos, millón y medio de personas sin hogar y dos millones de damnificados, la situación en Chile amenaza con descontrolarse. El Gobierno ordenó el domingo el despliegue del Ejército para imponer el orden y ayudar en las tareas de desescombro y en el reparto de comida. La electricidad y el agua potable aún faltan en las ciudades próximas al epicentro del terremoto que sacudió el país el sábado, con una intensidad de 8,8 en la escala de Richter.
Se han registrado robos, saqueos y pillaje en algunas ciudades. Sobre todo en Concepción, la segunda localidad más poblada del país y una de las más dañadas. En esa misma ciudad, los equipos de rescate se afanan por hallar vida en un edificio hundido donde se calcula que puede haber hasta un centenar de personas atrapadas. La presidenta, Michelle Bachelet, exhortó al país con su mensaje: "Una vez más: ¡Fuerza, Chile!".
Fuente: elPaís.com
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